Acabo de colgar el capítulo 2 por los pulgares, puedes leerlo en https://alotroladodelasllamas.wordpress.com/al-otro-lado-de-las-llamas/capitulo-2/
No te acostumbres, no voy a colgar toda la novela, ¿eh? Esto es para ir haciendo boca.
Ayer fue el gran día de las cenas de empresa (para quien todavía tenga trabajo, claro), las dos empresas que quedan en Barcelona invitaron a cenar a todos los empleados… ¿Qué? ¿Que cada uno se pagó lo suyo? ¿Que el jefe iba picando palmas y le tuvieron que invitar? ¿Que el contable se emborrachó y comenzó a contar chistes de calculadoras científicas? ¿Que ese lema de «cuando juntas dos cosas que te gustan, el resultado te gusta» no funciona y los canapés de chorizo con nocilla dejaban mucho que desear? Bueno, pero seguro que hubo mil cotilleos que mantendran la llama de la amistad entre compañeros de trabajo viva mientras hacéis corrillos y ponéis verde al pobre desgraciado que ha ido al baño.
Si has tenido la suerte de irte de cena de empresa anoche, quítate las legañas, tómate un zumo de tomate (es lo mejor para la resaca. Para que dure más, digo) y alégrate, que todavía tienes trabajo. Al menos, hasta que hagan el ERE. Ah… Y lávate los dientes, anda, que me llega tu aliento a través de la pantalla y me has dejado rubia.
Volviendo a mi novela, espero que te guste el segundo capítulo. Ya me contarás qué te parece.
¡Besotes!
Perdona, per quiero mantenerme en el economato. Puedes llamarme «Mi marido enmascarado». Me he descojonado con las historias de tu blog. Estoy gratamente sorprendido. A partir de ahora cuando quieras decirme algo, escríbemelo. Un beso
Muchas gracias por tu comentario, Alex (¿marido enmascarado?), aunque para ser que estás sentado a mi lado, la stuación me parece, como poco, preocupante.