Estoy repasando la novela y me duele la cabeza. Me duelen las articulaciones. Me están estrujando el estómago con unas tenazas. ¡Bienvenida a la gripe intestinal, Vanessa, feliz navidad! Cuando pensé en cuidar un poco la línea de cara a las fiestas no tenía esto en mente. Me he pasado la noche al más puro estilo de la niña del exorcista, sólo me faltaba girar la cabeza 360 grados para parecer un aspersor. Creo que incluso he visto salir el hígado por la boca, no estoy segura. En fin, podría ser peor… Podría haber comido coliflor.
Hoy no me siento graciosa, la verdad, me siento como el redactor del BOE, así que no me extiendo más. Si mañana me encuentro mejor te hablaré del maravilloso mundo de la cría del caracol. Entre tanto voy a tomar lo que queda de suero (¡puaj!) y a dormir.