Acabo de colgar el capítulo 8 de “Al otro lado de las llamas” para que te distraigas un rato. Es lunes por la mañana y me faltan 5 minutos para entrar en el trabajo, sólo de pensar en lo que se me viene encima los pies se me van solos para casa. ¡Quietos, desgraciados! Aquí, o se trabaja o no hay Manolos para vosotros (tampoco los va a haber igualmente, pero con algo tengo que motivarles. Quieren tener juanetes de diseño, los tontainas).
Pausa para trabajar.
Ahora estoy desayunando en la cafetería. Media mañana. Hace un día tan bonito que los pies se me van solos, les he pescado poniéndose las botas de trekking. ¡Que no, he dicho! Vaya, hoy mis pies están muy rebeldes, ahora me miran enfurruñados y se concentran en la lectura de “Pies, pa’ qué os quiero”, una novela sobre quesos pronadores que fingen una gangrena para que les corten de su dueño y lanzarse a viajar por el mundo en plan mochileo. No me gusta cómo piensan estos pies que tengo, tan llenos de dedotes… Le doy una patada al pie izquierdo con el derecho y sonrío con malicia mientras ellos discuten agriamente.
Pausa para trabajar.
Ya he salido del trabajo. Dejo que mis pies correteen alegremente y le den patadas a un guijarro que hay en la acera. En el fondo son unos quesitos… En el metro todo el mundo me mira porque estoy sentada y mis pies no dejan de saltar y dar patadas al aire a lo Lina Morgan. Muerta de vergüenza les hago parar y meto la cabeza dentro del bolso para pasar desapercibida. Gracias a esta maniobra de distracción seguro que nadie me mira.
Llego a casa y dejo a mis pies chapoteando en el wáter un rato (a mí no me mires, han sido ellos los que han querido meterse ahí. Dicen que el Pato WC juega con ellos, están un poco tarados. ¿Cómo va a jugar con nadie el Pato WC?) mientras voy a hacerme algo de comer. ¡Oh! He recibido la tercera crítica de la novela. Os la pongo aquí y creo que voy a abrir una sección en el blog para críticas. Bueno, sólo tengo tres pero, como dice gente muy lista, tres son multitud. ¡Anda, si la sección se ha hecho sola, en la barra de arriba, justo donde yo quería! La crítica de hoy es de Cati. Cati es una de esas personas majas, buena gente y encantadoras que rara vez encuentras en la vida y que, por algún motivo, me habla. ¡Gracias por tu reseña y recuérdame que te suba el sueldo!
«He leído el libro me ha encantado y lo que pienso hacer, es volverlo a leer. Si, Si. Creo que vale la pena, volver a disfrutar de su lectura.
Lo que primero a destacar, es que NO tiene «paja», esto es fantástico para mí, pero, claro, si no tiene «paja», quiere decir que no te puedes saltar ni una sola línea y por lo tanto tardas más en terminarlo.
Esto también hace que disfrutes más.
Su lectura, engancha, te metes dentro del rol y olvidas de todo lo que te rodea, hasta que te duelen los ojos y preguntas… ¿Qué hora es?
Es una novela de amor …. Es alegre…. con una cierta tristeza …. la magia es dulce … al tiempo que, a veces justiciera ….
Es tremendamente original, lleno de acontecimientos que se suceden con rapidez y muy bien enlazados.
Demuestra que su autora tiene una mente prolífica, rápida, y es un caldo de cultivo de donde pueden salir muy buenas cosas.
Por favor, no dejes nunca de escribir y regalarnos estos ratos de dulce fantasía, y también, de vez en cuando, muchos sonrisas.»
Después de semejante reseña, ¿a qué estás esperando para comenzar a leer “Al otro lado de las llamas”, si no lo has hecho ya? ¡Es la novela de moda, todo el mundo habla de ella! Al menos en mi casa, así es. Mira, con ese mismo argumento (que todo el mundo se lo ha leído y yo no puedo ser menos) me he leído yo unos bodrios que tiran de espaldas, y mira qué lozana estoy. Venga, no te hagas de rogar, que no te vas a morir, y a lo mejor hasta te gusta. Vamos, seguro que te gusta, según mi madre.
Bueno, voy a buscar mis pies, que les estoy oyendo cómo patean un pobre gato desde aquí… Serán gamberros, luego dirán que llevan una vida arrastrada.
Al otro lado de las llamas 