Ya que no dejas de preguntar, sólo estoy pendiente de la tapa del libro para publicarlo. No, ¿cómo voy a dejarlo sin tapa? ¿Acaso cuando vas al bar no te gusta que te pongan una tapa gratis? ¿Es que cuando compras una olla exprés no te gusta que venga con tapa? ¡¿Es que si me sangran no pincho?! Al final le voy a hacer una foto a la calculadora que tengo encima de la mesa y arreando, que es gerundio. Le va que ni pintado al tema de la novela.
En otro orden de cosas, quiero informar de que yo nunca he comido en Ikea (ahora podrás dormir tranquil@, sé que la preocupación te corroía) pero después de saber que al parecer han encontrado heces fecales en la tarta de chocolate (en la de chocolate tenía que ser… Era tan evidente…) y unicornio en las albóndigas, como que no me apetece mucho probar. Lo último que se rumorea sobre el gigante sueco con cagalera cocinera: parece que algunos muebles contienen restos de madera. Qué vergüenza, no sé dónde vamos a llegar…
Bueno, lo prometido es deuda, te dejo un nuevo capítulo de “Al otro lado de las llamas” para que veas que tengo buen corazón. En este capítulo sabrás si Kendra tiene colesterol… o tal vez no, no quiero desvelar el misterio. Pasea tu ratón rumboso por estas palabras subrayadas de color azul eléctrico y ya me dirás qué te parece. Cuando hablo de tu ratón rumboso me refiero al puntero que se mueve en la pantalla, ¿vale? Eso que estás haciendo es delito en algunos países.
Pon una foto de Carmen de Mairena aunque sea y publica ya!. ¿Ikeases? ¿caca? Yo trabajé en Ikea y su mierda es deliciosa.
Oshe, que es mi criatura y quiero que quede mona!!! Acabo de hablar con la tuneadora de fotos que ha tomado el relevo y ya casi lo tenemos, ya casi!!!!!!! :______)