Leo el menú del bar guarro de la esquina y alucino. “Ensalada tibia de queso de cabra con mezclum de cosas que me he encontrado por el camino”… “Crema de calabaza de la abuela (la hizo cuando era joven) con croutons (en su día fue pan tierno)”… “deconstrucción de uevo (sí, uevo sin hache… es lo que tienen las deconstrucciones) en su calzoncillo”… Me siento como si estuviera en un restaurante con michelines. Bueno, con estrellas Michelín. Con michelines, estoy en todas partes.
Todo este despliegue dialéctico al final sólo sirve para que te cobren una burrada por un pincho de tortilla. Sí, el “uevo” deconstruido era una tortilla francesa sobre rebanada de pan bimbo de la semana pasada, el plato más reseco al oeste del Pecos, compitiendo con el cactus al furulé. La verdad, estoy valorando la posibilidad de abandonar mi dilatada carrera como escritora (perdón, lo que tengo dilatado es una vena del cuello…) y dedicarme a la restauración. Como dice mi cabra, alimentar el alma es como hacerse rico en el Monopoly: te sientes bien, todos te miran con envidia al roquefort, pero al final ni eres rico, ni has comido, ni te has beneficiado a ese cabrón de ojillos negros que se está poniendo protector solar en los cuernos (esto es de la cabra, yo no tengo nada que ver. ¡Fuera, bicho…! ¡¡Rrrrrra!!).
En cambio, con un modelo de restaurante con raciones del tamaño de un vaso de chupito y vasos de chupito del tamaño de un dedal me forraría. Pondría reclamos para turistas: “Precios con sangría incluída”, “Bellezas vintage en taca-taca” y “No pasta, no ñam”. También pondría la típica baldosa con el chascarrillo gracioso: “Si no pagas te doy una guantá que te dejo las babas a punto de nieve”.
No sé, no sé… ¿Cómo me veo en el futuro, firmando ejemplares de mi novela en un chiringuito (perdón, stand) de la feria de la legumbre o entre jamones colgados del techo que gotean grasilla sobre los clientes? Mmm, difícil elección…
JAJajaja, me has matao con los croutons…..El otro dia leí una muy buena, revuelto con habitas «de mata» , si, porque a mi siempre me ha parecido sospechoso lo de las habas que hacen aparición espontánea en el aire, sin mata ni na, no son de fiar…
Hombre, tenemos habitas de mata, la piel que habita, el haba de roscón, habáse visto semejante tonterida…
Está bien que especifiquen que son habitas de las que matan, no crees?