Un nuevo enfoque sobre las pelis de exorcismos

Ahora se vuelven a poner de moda las pelis de exorcismos, supongo que han encontrado un alijo de maquillaje verde en un zulo de Hollywood y lo quieren aprovechar. Me pregunto por qué estas películas son todas tan iguales. ¿Por qué siempre hay una cría pequeña que habla con el espíritu y no le da miedo? Sí, sí, la misma cría que se pone a gritar como una energúmena porque ha visto un bicho bola en el suelo está superagusto con esa cosa de ojos fosforito que babea sangre.

También suele haber una muñeca de porcelana poseída, cuanto más horrible, mejor. Es que en las tiendas de juguetes ya las tienen aparte, en la sección de “muñecas poseíbles, que no hinchables”. Yo me pregunto, por qué nunca se poseen objetos más mundanos, como un barreño, un destornillador (oh, dios mío, me he encontrado al destornillador montando el armario de Ikea él solito… ¿Te imaginas? Quiero dos), un cepillo de dientes…

Yo tengo una idea innovadora para refrescar un poco este género. Imagínate esto: Todo empezó con pequeñas cosas, no le daba importancia. Cuando iba a limpiarme descubría que el rollo de papel de wáter estaba en la otra punta del baño y tenía que levantarme a por él. Un día estaba todo en el suelo, como si alguien hubiera estado tirando del rollo sin compasión. No entendía nada, nadie en casa era capaz de hacer algo así. Y entonces la cosa empeoró…

El papel, siempre suave al tacto y a prueba de perros de piel hipersensible comenzó a rascar como una lija del 15 al aplicarlo sobre el kaka. ¡Inconcebible! Pero llegó el día aciago en que, cuando estaba sentada en el trono haciendo mis cosas… El rollo me atacó. Saltó sobre mí y comenzó a desenrollarse alrededor mío como si yo fuera una momia. Cuando quise darme cuenta ya me había dejado como un paciente de la unidad de quemados, ¡no podía moverme!

Qué momentos tan angustiosos, grité y grité pero no venía nadie, ahuyentados todos por el pesturrio que asomaba del wáter. Que una es humana… Ya no cabía ninguna duda, ¡el papel de wáter estaba poseído! Tuvo que venir un especialista en waters atascados para realizar un exorcismo y descubrir las intenciones del malvado papel. Él quería que lo usáramos por las dos caras. ¡Inconcebible! Tuvimos que tirarlo metido en una caja de plomo y cambiar de marca. A veces la punta del papel parece que se balancea sola…

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