Tú, fan de las historias bélicas, amante del Call of Duty, tú, que vas al lavabo con tu traje de camuflaje (perfecto para camuflarse en un vómito con tropezones), que has visto “12 del prostíbulo” 20 veces, que practicas el onanismo al grito de “¡Que vienen los Charlies!”, que te prepararas para un posible conflicto bélico almacenando paquetes de macarrones en casa…
Sí, los macarrones son excelente como masilla para hacer barricadas. Mejor si los dejas de un día para otro.
Te tienes por un tipo entrenado, alerta, un tío que olisquea el peligro, que encoge sus gónadas con disciplina militar… Siempre abres la nevera machete en mano por si los yogures se han amotinado en tu ausencia (es más fácil tirarlos, hombre, que llevan meses caducados…). Sí, tú fuiste el que se apuntó al curso de técnicas de supervivencia ramboides y se lanzó al parque de la esquina en un ejercicio que te tuvo 2 semanas comiéndote los setos del pipicán.
Tú que has leído el manual de instrucciones de un tanque y podrías aparcarlo en una papelera. Que has fabricado explosivos con petazetas y cocacola desafiando las leyes de la química y la integridad de tus cejas…
Un tío de los que ya no quedan, de los que se huelen el sobaco en busca de inspiración. Destilas testosterona por los pezones (¿qué puede ser más macho que tener testosterona en los pezones?). Conoces todos los modelos de armas desde que se inventó el tirachinas y has hecho tu propia escopeta con los tubos de cartón del papel de cocina.
Tú… Sí, tú.¡ Termina ya con el neceser de maquillaje, que yo también quiero pintarme!
[Tú] que practicas el onanismo al grito de “¡Que vienen los Charlies!”
JAJAJAJAJAJAJAJAJA (aire) … JAJAJAJAJJAJA
¡Vaya punto! Déjale el neceser un ratito más, se lo merece.
Pero si no sabe ni ponerse el eyeliner!!!