La maldad de la palabra «normal»

¿Qué está pasando? Aquí todo el mundo va de ser muy purista con el uso del lenguaje, pero a la que una servidora empieza a decir las cosas por su nombre, esta preciosa jeta (a menudo embadurnada de crema y rebozada de hortalizas… pero esto no viene a cuento) corre serio peligro. Y es que me he dado cuenta que todo el universo lingüístico tiembla cuando se acerca la palabra “NORMAL”.

Por ejemplo, todos queremos ser únicos, diferentes, especiales… ¿Entonces por qué te molesta tanto que te llamen ANORMAL? A-normal, no normal. Diferente. Único. Que se sale de la media. Nachovidaloso. ¿No es lo que está de moda? Buenoooo, pues la que se puede liar si mañana llego al curro y saludo a mi jefe con un “¿Qué nos has preparado hoy, anormal?” Pues mira, de momento una patada en el pepito lomo…

Luego está “súper”. Asociamos súper a fantástico, maravilloso, especial, fuera de lo común. Eres superguay, superespecial, supermegachachi, superratón… Pues mira esto: Eres SUPERNORMAL. Toma, un año de terapia en el psicólogo a mi salud.

Es que oímos un prepucio, digooo, un prefijo y ya estamos sacando conclusiones. Imagina que estás en el trabajo, separando las churras de las merinas con ahínco cuando te llama el jefe y te dice: “Me preocupa tu trayectoria… Últimamente tu rendimiento es un poco SUBNORMAL” Por tu mente cruzan tus peores pesadillas: Te ves ante un test de inteligencia, pones mal el nombre y… te dan unas palmaditas en el hombro y te dicen que no hace falta que sigas. Calma, que solo te está diciendo que trabajas menos que una cigarra afónica. Nada nuevo, piltrafilla!!

¿Y por qué si estás como un palillo no puedo decir que tu peso es subnormal?, pienso mientras me como un plato de comida paranormal (es que yo soy normal y la comida es para mí). En fin, será mejor que deje de darle vueltas a este tema porque está comenzando a tomar tintes… supercapullos.

Anuncio publicitario
Esta entrada fue publicada en ¿Por qué a mí? Diario de una escritora y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a La maldad de la palabra «normal»

  1. Pero a ver..¿Quién decide qué es lo normal?¿Y por qué?. Yo me considero algo subnormal para ciertas cosas, pero soy feliz en mi subnormalidad. Mi subnormalidad en algunos aspectos son mis pequeñas cosas que me humanizan. El que no sea un subnormal en algo es un puto robot, así que no se precipote nadie que todos tenemos nuestro lado osculo. A mi a veces mi jefe sí que me miraba como si yo fuese subnormal, pero entonces le volvía a meter el dedo en el ojo y se les pasaba, es decir, hay que tener pequeñas herramientas o una pistola para gestionar bien esas pequeñas taras. Ale, bona nit..

    • requefer dijo:

      El día que encuentre a alguien completamente normal será como si hubiera visto un unicornio. Ser normal está sobrevalorado y solo sirve para que te metan un dedo en el ojo (que se lo digan a tu jefe…), así que disfrutemos de nuestras supernormalidades, anormalidades, subnormalidades e hipernormalidades mientras no salpiquemos mucho. Nanit!!!!! (qué hace un chico como tú leyendo una tontería como esta?)

  2. Es que he visto que la escribía una chica y me he dicho eso de «a ver si ligo», ja,ja…Te sigo en twitter moza, por eso lo he leído, ja,ja

    • requefer dijo:

      Así que espiando mis planes maléficos en Twitter… Puedo preguntar cómo te llamas allí? Si me lo dices, te digo mi nick!!!! (estooooo… bueno, tú ya lo sabes, pero te daré confirmación de que soy yo. De otra forma jamás lo sabrías!!!)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s