Estoy viendo uno de esos concursos de cocina que me obligan a estar picando chucherías a altas horas de la noche. ¡Que he cenado puré de verdura, leñe, tengo jjjjjjambre!!!! Los concursantes son pobres mortales que en su casa hacen una tortilla de patatas en forma frisbee y de repente tienen que hacer un souflé de calimocho con virutas de piedra lunar. Vamos, lo normal…
Yo me río con la boca llena de ositos de gominola que sueltan alaridos de terror pero, claro, desde la comodidad del sofá y con los pies enfundados en unas glamurosas pantuflas todo se ve muy fácil. Sapristi, un osito ha saltado, se ha metido en el ombligo y se ha cubierto con una tela de camuflaje! Jodío, cómo se nota que es de marca!!! Qué se cree, que puede hacer un túnel y salir por el ojete? Que no eres Tim Robbins en “Cadena perpetua”, piltrafilla!!!
Vaya, hombre, mientras el osito me distraía uno de los concursantes se ha cortado un pie a la altura del tobillo picando ajos. Me pregunto qué técnica estaba utilizando, lo más normal es cortarse algún mejillón podal pero el tobillo… Se conoce que el concursante estaba usando un pie para sujetar los ajos, es tan mono…
Voy a recuperar mi “pa luego”, ese osito tránsfuga que… Uy, si no está!! Pero bueno, si en lugar de ombligo tengo el túnel del canal de Suez!!!! Que me veo el cucurrucucú desde aquí!!!!! Corre, oso del demonio, corre, que como te coja te voy a hacer carpaccio!!!!