Vivan las ferias

Hoy podría hablarte de tantas cosas que me he quedado como un periquito ante los flashes del fotocall. No me decido. Que si el rey ha abdicado, que si estamos fuera del mundial, que si me he cortado mal una uña del pie (sapristi!)… En fin, como tengo tantas noticias para ti y seguro que ya estás hart@ de oírlas, voy a hablarte de otras paridas.

Por ejemplo, de las ferias del libro. Sé que en lo más profundo de ti (escarbando, sí, escarbando en lo más profundo… Oye, tú cuánto hace que no haces aguas mayores?) esto te interesa muchísimo. Lo que tal vez no sepas es que me he estado informando sobre el tema porque me gustaría plantarme con mi novela “Al otro lado de las llamas” en una feria, con mi stand, mis trapecistas, mis hojas de parra para… Pero me estoy desviando del tema.

Evidentemente, como escritora y publicanta de novela mi más ferviente deseo (aparte de ser millonaria y dar la vuelta al mundo a lomos de un atún) es ir a alguna feria, y si es del libro, mucho mejor (en los autos de choque no se vende un torrao. No preguntes). Total, que llamo, googleo, mando mails, mensajes en botellas, botellas de tintorro sin mensaje (porque al final aprendo, sabes?) y…

En las ferias con las que he contactado, o vas con editorial, o pagas cienes y cienes de petrodólares por un stand, o te quedas en casa viendo el Sálvame. Y yo que creía que lo de editorial Requenator colaría… Pero no todo son malas noticias!!! En diciembre voy a participar en la Hispacon, una very important fiestuki de literatura fantástica, de terror y ciencia-ficción. Yo voy… Por qué va a ser??? Por fantástica!!!! Fantástica yo, evidentemente… Ejem, disculpa, esto último lo ha escrito mi abuela. El género, el género de la novela es fantástico.

Y si no te lo crees, compruébalo por ti mism@. Te invito a mirar las críticas de “Al otro lado de las llamas” aquí y luego a que la leas acá. Y vigila tu tránsito intestinal, alma santa!!

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