Hay conceptos que son tremendamente morbosos para el común de los mortales cuando se mezclan. Es el caso del trabajo y el sexo. Mmm… mezclar trabajo y sexo… Pues no, yo no le veo el qué. Si mezclo trabajo y sexo solo se me ocurren trabasexo y sexobajo, dos nuevos conceptos a cuál más despililante.
Además, dependerá de dónde y con quién trabajas, ¿no? Seguro que al que pasa la mopa en los desfiles de moda le parece una idea chotonuda (otra mezcla de conceptos: cojonuda + huelo a choto). Sin embargo, viendo el cochinillo con gafas este, las modelos más bien estarán mirando con cariño la mopa…
Yo, definitivamente, te desaconsejo el sexo en el trabajo, y mucho menos el trabajo en el sexo (hay que ser MU raro…). Tienes que saber que te van a descontar el tiempo que inviertas zascazasqueando del tiempo del desayuno. ¡Como lo oyes, vas a perder 3 minutos de café con leche y bocata lentejas!
En fin, creo que este tema no da más de sí, deja de tocarte y de restregarte la nómina por tus partes chumineras. Y deja de pensar en tus compañeros de trabajo con máscaras carnavaleras y largas capas oscuras que se entreabren haciendo un Pausini (¿no te has enterado? En medio de un concierto Laura Pausini nos ha enseñado su furbi argumentando que el suyo es como el de todas. Qué poético). ¿Sabes Victoria’s Secret? Pues esto es Pausini’s chivatazo.
Y no puedo dejarte sin la Vanessa’s cuña publicitaria.