¡Shhhht!… No hagas ruido… Es noche cerrada. Todos duermen (menos el vecino de arriba, que está arrastrando los muebles por todo el comedor a las tantas. Luego subo con una estaca). Me estoy deslizando silenciosamente por el pasillo. Descalza. ¡Chuik! Vaya, creo que eso era un pececillo de plata, ahora noto el pie derecho pegajosito cada vez que lo levanto…
Te preguntarás qué estoy haciendo. Pues muy sencillo, llevo una bolsa de caco y voy a llenarla de caca, a saber: la playstation, el portátil, el iPad, el Smart de la smartTV (la tele no quiero perderla, eing? Llevo medio martillo de mi invención para esta misión), el hundir la flota, etc. Y luego lo tiro por la ventana, me tiro yo detrás, caigo encima del bulto dando un codazo, rocío la bolsa con alcohol, le pego fuego y me revuelco por encim… Bueno, eso lo dejo para cuando se apague el fuego.
Te preguntarás por qué estoy haciendo esto. Muy sencillo, he tratado de construir una relación basada en la confianza, el cariño y trabajos forzados en casa al 50% con un hombre. Todo iba bien hasta que el rodaballo pelandrusco este me pidió un portátil “para hacer páginas Excel con la economía familiar”. Ya, y por eso necesitas una tarjeta gráfica del copón, ¿te crees que me chupo el dedo?!? ¡¡No, morderse las uñas no cuenta!!
Yo le dije que sí, ingenua de mí, una cosa llevó a la otra, ahora la tele, ahora una consola, y esto me condujo a una espiral de fútbol-playstation-warcraft para PC-farmville iPadero-foro futbolero que ha hecho que sus pulgares se desarrollen más de lo normal (leñe, que le ha salido una mano entera en cada pulgar, con sus cinco deditos…).
Una brisa helada interrumpe el hilo de mis pensamientos. Estoy en el balcón con los bártulos. No los tiro aún porque el post lo estoy escribiendo en el portátil… Bueno, igual este no lo tiro. La media tele no tiene buena pinta, pero me he asegurado de que sea la mitad que tiene la pegatina de SmartTV. El Smartphone lo guardo, que si no no puedo llamarle… La play… ¡Jroña que jroña, esta la escondo yo bajo la cama y juego cuando me quede sola!
Mierda, esto no tiene sentido, voy a dejar la tele donde estaba. Si junto las dos mitades casi no se notan los martillazos…
Y hablando de papagayos, tienes que saber que he escrito una novela, se llama “Al otro lado de las llamas” y tiene muy buena crítica (aparte de la mía, claro… Yo qué voy a decir). Si estás buscando una lectura que te atrape, no te la pierdas!!
Que la noche sea tu aliada, que los dioses te protejas mientras luchas contra el mal. Yo me cago en los muertos de la pleitichon. Buenas noches guapa
Somos pocos, Francisco, pero la abuela está con contracciones!! Ánimo!!!!