Después de recibir cientos de miles de mensajes preguntado qué tal me fue en la convención de fantasía (HispaCon2014)… Bueno, vale, un mensaje era de mi madre y el resto, de una chica que ha perdido la memoria a corto plazo. Pero seguro que te estás preguntando si me atacó un enjambre de tiburones voladores, o si me abdujo un OVNI para admirar de cerca mi exuberancia capilar colodrillera (estamos hablando de la cabeza, degenerad@!!)… En fin, esas cosas que pasan en las convenciones.
Resumiendo: una experiencia muy agradable. Y eso que los stands estaban en una especie de estepa siberiana disfrazada de vestíbulo, con un frío polar (y hasta bipolar) que hasta los rayos de sol entraban con bufanda y guantes. Pero el aire helado era contrarrestado por los corazones cálidos de los compañeros del stand, que…
¡Y un pollo como un hoyo (léase también en femenino, no quiero ser sexista), hacía un frío del carajo!
Ahora en serio (si te crees esto es que me has leído poco), la gente que participaba en la convención era majísima, empezando por el club (cf)3, que me cedió una parte de sus dominios para colocar toda mi bibliografía, consistente en “Al otro lado de las llamas”, un compendio de las poesías que le escribía a Michael J. Fox cuando tenía 9 años y una nota de suicidio a la mitad escrita en papel de wáter. La otra mitad se perdió en El Gran Apretón.
También tuve el placer de conocer a dos escritores extramajos, a saber: Rosa V. Tort, autora de “L’Ambaixador de Confinia”, y el Toni Jim, autor de la saga de libros del Piloto Jim (una parodia de Star Trek). Los dos me aguantaron largas horas con entereza, tal vez porque sus músculos congelados hacían caso omiso de las señales de huida que les enviaba el cerebro. Nunca lo sabremos.
Ah, y en breves días “Al otro lado de las llamas” estará disponible en papel en la librería online Orciny, ya os pasaré el link. Sí, escopeta en mano haces muchos contactos en estos eventos…
Si viniste y me viste en acción estás de enhorabuena, porque ahora me vuelvo al final del arcoíris a ponerle la alfalfa al unicornio y ya no volveré a aparecer en público hasta que vea todas las temporadas de “Cuéntame cómo pasó”… O hasta el año que viene, siempre que no haya prepucio lunar.