GPS

Es posible que yo sea la única persona de este mundo que tiene problemas con el GPS pero deja que comparta mi humilde experiencia contigo. Yo salgo de casa con mi coche, paro en medio de cualquier rotonda, que no molesto, y pongo la dirección en el GPS. ¡No me grites, león come gamba, que estoy esperando que encuentre la señal…! ¡Y la ruta…! ¡Y la mejor ruta sin peajes…! ¡Esa! Si es que la gente se queja de vicio…

Yo uso el GPS del móvil, así que lo coloco en posición precaria sobre el salpicadero para poder ver la pantalla mientras conduzco. “Gire a la derecha por la calle Zurrapapo”, yo giro a la derech… ¡Sapristi! El móvil se ha caído. ¡Será posible, si le puse el inicio de Misión Imposible para que viera cómo se agarra Tom Cruise a una pared vertical!

Ains… Me agacho a cogerlo y cuando me levanto he cruzado tres carriles a la izquierda. Jijijjjjj… Qué tonterida, ¿verdad? Jjjjj… En fin, a lo que iba, ahora sigo recto un rato. Tengo que girar a la izquierda, pero no en esta calle, en la siguiente, Dios (digo Dios porque es un triangulito que se mueve. Dios está conmigo) todavía no ha llegado al desvío. Paso la calle que no es y…

¡Dios gira por esa calle, pero si no es esa! ¡Que no es…! De repente se actualiza la posición del GPS, al parecer estaba viendo la repetición de la jugada porque ahora estoy como 50 metros más adelante. El desvío se ve en lontananza, allende los mares, tres aranceles más allá, y lo ha cogido la madre que me trajo. Dios ha renunciado a seguir por el desvío para quedarse conmigo, porque ya va viendo que necesito asistencia divina en carretera.

El GPS recalcula la ruta, quiere que dé la vuelta. ¡Pero si aquí no puedo! Sigo adelante. El GPS recalcula y me pide que atraviese un seto. Luego que gire en redondo cuando vea que no hay ningún guardia cerca. ¡Luego, que gire por una calle contra dirección! ¡Bueno, ya está bien, leñe! El GPS se lo piensa mejor y de repente aparece una nueva ruta. Menos mal… La ruta serpentea por toda la ciudad siguiendo el itinerario del bus turístico, pero al final parece que va a llevarme donde quiero.

“Ha llegado a su destino.” Pero… si estoy en medio de ninguna parte… De repente, un hombre con careta de portero de hockey hielo y delantal de cuero que blande una sierra mecánica de aspecto anticuado se abalanza sobre mí. Vaya, si llego a saber que este era el destino que me esperaba me habría saltado la dieta.

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2 respuestas a GPS

  1. EL OTER dijo:

    Servidor se siente absolutamente identificado contigo. Sea con o sin GPS, nuestro destino es ir rumbo a ninguna parte, por mucho «gire a la izquierda en la próxima bocacalle, bocachancla».

    • requefer dijo:

      Es verdad, no vamos a ninguna parte… Bueno, al cementerio, dando más vueltas que un ventilador por el camino. Lo importante es disfrutar el trayecto y que no se te caiga el GPS al suelo 😉

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