¿Se puede saber en qué estaba pensando cuando compré la mitad de la ropa que habita en mi armario? Y mira que la he escogido yo toda, no sé si me habré metamorfoseado o qué pero ese vestido que el año pasado me ponía en las mejores ocasiones, la joya de la corona de mi vestuario, ahora me parece una horterada, con ese estampado sacado del sofá de mi abuela, y encima me hace gorda. Si estás pensando que tal vez esté más gorda, olvídalo (y date una colleja de mi parte, por listill@), una dama NUNCA está más gorda, será el mundo, que se encoge. Tengo la urgente necesidad de ir a las rebajas y salir de allí como Pretty Woman, cargada de bolsas con ropa de superestrella de Hollywood. Luego ya pensaré cuándo voy a ponerme ese vestido a lo Bjork, simulando un avestruz (el de ella era como un cisne, pero en las rebajas te encuentras lo que te encuentras), tan… avícola.
El caso es que ya he ido un día a las rebajas (sólo una hora, bajo pena de volver a casa sola y a pata. Ya no quedan hombres como los de antes, que te aguantaban las perchas mientras tú cavabas en la montaña de ropa) y no me he comprado nada. Me cuesta encontrar esa pieza especial, ese fondo de armario, esos bombachos de floripondios… No sé si me he vuelto muy exigente o la ropa de ahora ya no es lo que era, pero no me gusta casi nada. Con lo que yo he sido, que me zambullía entre las perchas como un tiburón, oliendo la ganga, abriendo las fauces para engullir unos tejanos, una camiseta o la mano de alguna incauta que se cruzaba en mi camino. Salgo del probador desorientada. ¿Yo no llevaba un jersey de cuello alto? Espera, ¿¿¿yo no llevaba un JERSEY???
Cambiando de tema, detallazo que ha tenido mi amigo Sergi, me ha hecho un dibujo inspirado en Kendra, <SPOILER> la protagonista de mi novela <FIN SPOILER>. Sí, soy muy purista con los spoilers, ¿algún problema? No quiero que nada te chafe la sorpresa cuando leas <SPOILER> mi novela. <FIN SPOILER>
Pues eso, Sergi dibuja muy bien, es una pasada (ya sé a qué se dedica en lugar de trabajar, el muy piratilla…). Puedes visitar su galería de arte en Groenlandia, en la calle de los Groenlandeses, número pi, o puedes visitar su blog, donde puedes ver sus dibujos. Si te gustan, le puedes encargar uno.
No me enteré de que dibujaba hasta que le hablé de mi blog, es compañero de trabajo (él cultiva el cuero para los balones Mike en un invernadero. No preguntes, no pienses… Es “vegeticuero”). Es curioso cuando descubres que la gente, fuera del curro, se transforma y se convierte en artista, escritor, Drag Queen o lo que se tercie. Tenemos uno que imita a una gallina. Nunca lo hubiéramos dicho, porque en horas de trabajo es bastante cabrón…
No te preocupes si aumentas de peso, cuantos más kilos de tí anden por la tierra mucho mejor (¿a que ya estás más tranquila?, esto no me falla nunca :-)).
No encuentro el blog de Sergi, el link no funciona :-/.
Y, por supuesto: publicidad. Mírate mi último cuento, a ver qué te parece : http://litteraturalalotteria.blogspot.com.es/2013/01/mc-guffingerman-vieco.html.
Perdona el descaro, y gracias.
Gracias por avisar, Germán, ya está arreglado el link. Parece que había un tornillo un poco suelto…
Respecto a los kilos, no creo que mi pareja estuviera muy de acuerdo con eso, ni mis pantalones tampoco, y sólo era una gracieta de las mías. ¡¡¡¡Que no he engordado, leñe!!!! Por cierto, te he hecho una visita a tu blog y te he dejado un mensajito. Me ha gustado tu relato, podrías ser el siguiente John Le Carré. ¡Un abrazo muy fuerte!