¿Alguien puede explicarme para qué sirve una corbata? Pero de verdad, no me digas esas chorradas de la elegancia y la distinción que de nada sirvieron a los pingüinos. A veces veo una peli futurista de esas malas, malas, y los protagonistas llevan en su vestuario de papel de plata algún elemento absolutamente inútil y ridículo que en su sociedad les hará parecer muy elegantes pero desde fuera es una pruñada (sí, me lo acabo de inventar. Aún no estoy segura de qué significa).
Me gustaría tener una máquina del tiempo para retroceder hasta el momento en que un hombre se puso una corbata por primera vez en la historia. No, no, déjate de la muerte de Cristo, de la creación de la vida en la Tierra, de la invención de la rueda. Paparruchas. Con lo que te vas a echar unas risas de verdad es con la corbata.
Ya me imagino al duque de Chumitown a punto de salir para la recepción del embajador (que no tiene Ferrero Rocher porque no está inventado pero pone unos tacos de queso curado que quitan el sentido) cuando, de repenting (es que es en inglés), oh my God!!! Su madre irrumpe en la habitación donde el duque se está acicalando. “¿Qué es esa jórribol mancha en tu camisa? ¡Cámbiatela de inmedatum finish YA!”
El duque siente que el cimborrio se le encoge hasta límites de cambio de sexo pero de alguna manera lo empuja hacia afuera con la tripa. “Yes, mummy”, murmura volando hacia el armario y posándose en la rama más baja (es un armario de madera de roble vasco. Cualquiera le quitaba las ramas…). Desgraciadamente en el armario sólo hay camisas rosa floreadas que el duque reserva para sus, ejem, reuniones de trabajo.
“¡Nes-quick, ponte este pedazo de tela sobre la camisa!” grita la madre arrancándose una tira perfecta de tela floripondiada de sus faldas con los dientes y lanzándosela a su hijo. Después hace mutis por el foro. Él obedece sin rechistar porque sabe que si no, “the mummy returns”.
En la recepción todos se ríen de él y le tiran un barril de vino por encima para reírse del tontaina. Lástima que se lo lanzan sin abrir, el duque muere con el grifo del barril haciéndole bultito en la nuca. En el entierro, como muestra de gilipollería y porque se han puesto de acuerdo por whatssapp, todos se ponen un pedazo de tela colgando del cuello. Fin de la historia.
Sí, tuvo que ser algo así…
Interesante versión de la historia. Muy vivido y sentido. Un desarrollo impecable. Bravo!!
Gracias, ha sido fruto de años y años de arduos estudios… 😉
No quiero ni pensar en el origen de la pajarita
No puedo hablar de ello sin que me cladifiquen el blog como pornográfico, lo siento…